jueves, 2 de octubre de 2008

El otro beso de la mujer pantera - Josefa Parra









(...porque este poema inspiró el titulo del blog).





... Pues mienten los que dicen que todo tiene un límite.


Continúa incendiándose la carne, hay luminariasde


brasa en nuestros ojos cuando cae


la noche. Se repiten las secuencias:


arden las manos, garras se nos abren


donde dedos nacían, repentinos


se tensan nuestros músculos, y dejo


de pronunciar tu nombre, que mi pecho


se ha vuelto sumidero de rugidos


y mi voz es terrible como el viento


encrespado. Los dientes no desgarran


la sudorosa piel. Llenan el aire


los perfumes amargos de la selva


y el más amargo y acre del deseo.


Y, mientras copulamos como fieras, me rio


de los necios que dicen que todo tiene un límite.




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