sábado, 27 de diciembre de 2008

Premisas





En esas conversaciones de barra de bar a las que ultimamente me estoy más que aficionando estipulamos dos premisas a tener en cuenta a la hora de tener un lio, flas, rollo, rollete, afaire,... etc etc ...
1. No conocer personalmente a la pareja del posible amante
2. No dejar que te hable de sus hijos
3. No dejar que te enseñe fotos familiares
4. ... mejor..No repetir

(ya , ya me he dado cuenta que han salido cuatro, pero es lo que tiene esto de la literatura que una se pone y desarrolla.... por cierto se admiten sugerencias para ampliar las premisas)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

- Señorita pantera besadora: añade la siguiente premisa " sírvanse no hablar de sus ex, ni mucho menos insultarlas en nuestra presencia"


loft98

Punk Rock City dijo...

Yo añadiría, porque igual nos quedamos con ganas de repetir, ciudarse de dar datos innecesarios tales como teléfonos, direcciones etc, etc...

BesosPanterados dijo...

se resumiría en saber parar a tiempo...pero eso es tan complicado!!!!!

felices fiestas mis anónimos amig@s ;)

Churra dijo...

Fundamental lo de no mentar a la ex, y menos rollo tipo "lopaséfatal"....
(mentir ..omitir,el encanto de las conversaciones de barra es ese no?)

Anónimo dijo...

Yo una vez, solo una, tuve una conversación de barra de bar, en la que incumplí a raja tabla todas esas reglas y alguna más:

1- A la pareja de la posible amante no la conocía, porque no tenía, pero a la chica que le gustaba en ese momento sí la conocía, sí, de hecho es una de mis mejores amigas y compañera de batallas ambientales de entonces.

2- Porque no los tiene, pero yo sí le hablé de los míos, es decir, de mis pesares.

3- Vale, fotos familiares no me enseñó, pero sus sandalias de esparto con calcetín media de abuela opaco, sí. Es decir, me demostró ser toda una garrula. Fue el desespero de aquella época lo que no me dejó darme cuenta...

4- ¿No repetir? Juas, hasta tres veces intenté entrarle. ¿Pero cómo se puede ser tan burra?

Y una regla de la que no habéis hablado...no dejar que te lleve a casa en acto de compasión...como aquella sí lo hizo, ya que mi vomitante amiga y mi lloroso cuerpo no nos dejaban mantenernos en pie a ninguna de las dos.

Qué bonito todo. Menos mal que yo misma lo matizo y justifico en la mala racha que estaba pasando, la derrota de mi Valencia por la que esa noche bebíamos, y la ingente cantidad de alcohol que ingerimos aquella noche para olvidar y depurar.
Fue el momento que más bajo toqué, y la mañana siguiente, vaya que sí, el comienzo de una nueva época...¡¡vivan las borracheras!!