"A veces me llamaría a mí misma desde mi página web. Aveces me llamaría y concertaría una cita y me miraría como me mira un hombre, sin espejo, me miraría en la mirada de un hombre, los espejos no reflejan esa mirada, y me excitaría con él. No hace falta tocar. Cuando me miro así los ojos son dedos y no me toco. Siento la carne por dentro; el placer no está afuera, en la piel, sino en el interior de la piel...
(...) Las veces que me excito mirándome, siempre tengo los ojos cerrados".
Lenguas Vivas
Lola López Mondejar